Reportaje

Spanish Bizarro'04
Reportaje

Spanish Bizarro Freak Festival
22 y 23 de octubre
Les Basses, Barcelona

Le freak c’est chic

En los años treinta fueron los freak-shows, las paradas de los monstruos, atracciones circenses donde el pueblo se reconfortaba en su vulgaridad por oposición a la anormalidad del otro. En los albores del siglo XXI llega, a la Ciudad Condal y al mundo, el primer Spanish Bizarro Freak Festival –esperemos que no sea el último- donde el freak se convierte en héroe. ¡Biba el freak! ¡Biba!

Viernes 22

Poco podía saber alguien ajeno a la escena bizarra patria como quién escribe lo que la encarnación de los recopilatorios musicales Spanish Bizarro (volúmenes uno y dos) podía deparar. Algo –de hecho algo grande- se podía esperar de la presencia como cabezas de cartel de artistas cuya fama ha trascendido el umbral de la minoritaria cultura freak para convertirse en estrellas de la cultura de masas, léase Chiquito de la Calzada o los Hermanos Calatrava. Pero el Spanish Bizarro Freak Festival resultó superar toda expectativa razonable para convertirse en una de esas experiencias a las que no se puede ser fiel contándola, sólo viviéndola.
El retraso en las actuaciones –lacra que se arrastró durante todo el festival- permitió a esta cronista y a su acompañante admirar el talento de El Chivi. El pornoautor, como a falta de un término existente en el Diccionario de la Real Academia Española él mismo se define, apareció en el escenario enfundado en una máscara sadomaso de sky, para deleitarnos con su soez e hilarante prosa erótica, cantando a la diversidad del coño o glosando el grotesco descubrimiento de la homosexualidad de su abuelo.
Después de un interludio amenizado por la actuación de Le Cabaret Supermarket, en su particular y sádica reinterpretación versión playback de "El telegrama", le llegó el turno a Luixy Toledo, cantautor galáctico famoso por afirmar, y demostrarlo con amarillentos documentos, que "Thriller", de Michael Jackson, es un plagio de su tema "Exorcismo". Con sombrero tributo a Pikachu y una concha de vieira pintada con rotuladores Carioca, Luixy nos regaló sus sensacionales y sensacionalistas éxitos, a saber, "ETA asesina" o "Miedo al SIDA". Aunque el mejor momento de su actuación fue cuando le cantó una canción al Barça y la traidora música enlatada incluía en los coros por voz de su hijo un reiterativo "Ala Madrid, ala Madrid".
Le siguió lo que resultó ser la sorpresa del festival –al menos para esta cronista-, el transformista Violeta la Burra. Violeta de arriba y Pepe de abajo escandalizó al respetable con su show erótico-festivo en el que llegó a ponerse en la boca el fláccido miembro de un espontáneo para el despiparre general. Después de eso, el trasnochado y memorizado de pé a pá númerito de los Hermanos Calatrava, anclado en los inicios de la democracia, supo a poco. Puso el broche de oro a la noche el set de Juan de Pablos, único diyei que cupo en una primera jornada desbordada por el factor tiempo.

Sábado 23

La cronista y su acompañante se dirigieron incansablemente a Les Basses con la esperanza que los mismos problemas de timing que habían caracterizado la jornada anterior les permitiesen admirar el talento, o la ausencia de éste, de Goyo Ramos. Vestido como si fuese a celebrar su Primera Comunión, Goyo se ganó al respetable con temas propios como el coreado "Dónde estará el dinero de Rafael" o el tecno-pop "Dame, dame", o con su versión del inolvidable "La yenka".
Después pudimos disfrutar del entrañable marinero Ferran el multiinstrumentista, a quién pese a tal apelativo sólo vimos tocar el acordeón, concretamente "El meu avi" y "Al mete, mete, al saca, saca". Todo un aperitivo para la actuación del Gitano de Balaguer, que desgranó su colección de hits de temática drogata como "Carajillo, canuto y raya" o una "Granja de Playmobil", donde el caballo era el protagonista.
Entonces llegó el momento que todos los bizarrófilos allí presentes esperaban: el indescriptible fistro pecador, Chiquito de la Calzada. Un Chiquito pletórico aceptó peticiones, recorrió el escenario de un lado a otro a ritmo de no puedorl y dedicó una amplia parte de su repertorio a glosar guarreridas españolas. Siguió El Payo Juan Manuel, acompañado de Las Payas, dos señoritas ataviadas como enfermeras pilinguis, que no se cortó un pelo en echar del escenario a un espontáneo porque el susodicho no se despelotaba lo suficiente.
El Spanish Bizarro Freak Festival terminó, como en la víspera, con muchos menos diyeis que los prometidos –el tiempo apremiaba- pero con la participación estelar de los mitos vivientes Jesús Ordovás y Juan de Pablos, que por suerte para la concurrencia, repitió y además pinchó a Los Brincos. Dice el dicho popular que todo lo bueno tiene que terminar. Moraleja: después de dos noches de bizarreo, de lo único que tiene ganas el moderno es de que los freakies le canturreen "One of us! One of us!".