pop
Tahiti 80 | "Wallpaper for the Soul" | Minty Fresh | K Industria | 2002
Para Xavier Boyer, voz de Tahiti 80, la música es el papel pintado con el que decoramos el alma y damos color a la vida. De ahí el título del segundo largo de la banda francesa, “Wallpaper for the Soul”. Título que siguiendo la metáfora de Boyer remite a la música. ¿Significa eso que en “Wallpaper for the Soul” los Tahiti 80 han pretendido hallar la esencia de la música?
Paradójicamente, el segundo trabajo del cuarteto formado por Boyer, Pedro Resende, Mederic Gontier y Sylvain Marchand, es menos esencial que su primer LP, “Puzzle” (1999), más sencillo, más cercano a lo que es el pop en su expresión más pura. Dejando la metafísica a un lado, en este segundo trabajo los franceses suenan más maduros y complejos, incorporando a todo el álbum texturas orquestales y electrónicas que en sus anteriores trabajos sólo algunos temas anticipaban. Parece que en “Wallpaper for the Soul”, Tahiti 80 se acerca cada vez más a la banda que quiere ser.
El disco ha sido concebido como un círculo: el tema que da su nombre al álbum lo abre, pero también lo cierra al fundirse con el último corte. Boyer identifica este ciclo con el ciclo diurno, en el que la onírica ‘Wallpaper for the Soul’ haría las veces de sueño, en el inicio y el final de la jornada, y el resto de temas representarían los distintos estados de ánimo que se pueden sentir a lo largo del día.
Detrás de esta concepción tan intelectualizada hay un conjunto de canciones que, si bien son compositivamente más complejas que la producción anterior de los Tahiti, no dejan de ser canciones pop. Melodías dulces y sencillas, adornadas con armónicos en lo vocal y lo instrumental, y acompañadas de versos que remiten siempre a una realidad interior, nunca a la exterior. Todo ello, junto a la suavidad de la melódica voz de Boyer, resulta en un pop preciosista con reminiscencias retro que brilla con toda su intensidad en ‘1000 Times’ y ‘Get Yourself Together’ –herederas del hit ‘Heartbeat’–, y en la maravillosa balada de aire 50’s ‘Open Book’.
Sin duda, Tahiti 80 van definiendo un estilo propio, con influencias claras pero sin imitar a nadie más que a si mismos. Sin embargo, quizás en esta voluntad de encontrar un estilo único que los identifique, las composiciones resultan demasiado parecidas entre ellas. Y cuando no es así (el caso de ‘Don’t Look Below’), chirrían. Pero es lo único que se puede alegar en contra de uno de los grupos más prometedores de la escena pop actual. Tahiti 80, mientras Air están fuera de combate, demuestran que existe un pop francés (aunque sea anglófilo) más allá de Serge Gainsbourg.
Nota:(Tahiti 80 visitarán España en octubre).
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Wallpaper for the Soul
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